Helena Stollenwerk nace el 28 de noviembre de 1852, en la aldea de Rollesbroich, Alemania. Es la primogénita del matrimonio de Peter Stollenwerk y   María Bongards.

 

La infancia de Helena transcurre en medio de un ambiente familiar propio de una familia campesina, su padre, viudo había llevado a vivir con la fa­milia a tres hijos sordomudos. Helena aprendió a temprana edad a atender a sus hermanos minusválidos y com­prenderlos sin necesidad de palabras. Nació así en ella su vocación de servicio al prójimo.

Por otra parte se inscribe en la recién fundada Asociación de la Santa Infancia, lee con avidez las revistas que publica la obra misional, el testimonio de los misioneros en China prende en la joven Helena la llama de la vocación misionera. En privado hace votos de celibato y se dispone a vivir desde ya como una religiosa misionera.

 

A los 19 años declara su deseo de ingresar a una congregación religiosa, para que esto se cumpla ora constan­temente y se impone muchas priva­ciones, acepta las tareas más difíciles y desagradables, ayuna mucho, lleva comida a los pobres, cuida a los en­fermos y ayuda a bien morir a los agonizantes.

 

El 18 y 19 de marzo de 1881, Helena conoce al Padre Amoldo Janssen, (Fundador de la Congregación del Verbo Divino) el cual le explica que por el momento es poco probable fundar una comunidad de religiosas misioneras pero que si ella está dis­puesta, podrá dedicarse a los queha­ceres de cocina en el seminario misional, Helena de vuelta en su casa contesta por escrito " Después de haber estado en Steyl, toda mi es­peranza es que me admitan de criada en la nueva casa de misión... hasta que llegue  la hora, con la ayuda de Dios, de ser admitida al noviciado.''

 

Al anochecer del 29 de di­ciembre de 1882, Helena Stollenwerk ingresa en Steyl como criada, para colaborar con las hermanas de la Di­vina Providencia en las fae­nas de la cocina. Siete años tuvieron que transcurrir para la noche del 7 de diciembre de 1889, en que Helena junto con otras cinco criadas se instalaran en un antiguo convento capuchi­no. Al día siguiente 8 de diciembre las ayer sirvientas eran ahora postulantes. Había comenzado la fundación de las Religiosas Misioneras Siervas del Espíritu Santo. María Helena Stollenwerk es nombrada superiora y maestra de las novicias mayores.